domingo, 3 de abril de 2022

[SANIDAD] Una de cal y otra de arena

 

UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA

De dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos.



1. De dónde venimos.

La reestructuración de la sanidad rural que planteó el equipo consejero de Verónica Casado el año pasado fue la chispa que encendió a buena parte de la población rural para protestar en contra de la misma, pues en realidad suponía un paquete de medidas más para seguir recortando la atención primaria de nuestros pueblos, aunque pretendieran maquillarlo como una reorganización de los recursos disponibles a la demanda requerida. Como si desde la Consejería y la Gerencia no tuvieran más opciones.

Pero debemos recordar, una vez más, que la situación actual es resultado de lo hecho desde la administración desde hace bastantes años. La atención primaria y la general se llevan degradando desde los años 90, y esto no era más que otra zancadilla, pero muy descarada. Entonces, ¿Por qué este repentino brote de plataformas en defensa de la sanidad pública rural justo ahora?

De repente, esa reestructuración no se lleva a término debido al adelanto electoral del gobierno regional, y el resultado deja entrever que poco ha cambiado en este sentido. Pues cualquiera que tome el mando de la Consejería de Sanidad poco hará en favor del salvamento que la misma precisa. Ni unos, ni otras, recordemos que el gobierno más progresista de la historia cierra la boca ante las leyes que permiten la venta de la sanidad, ese servicio esencial que toda población debe tener y organizar por sí misma, como son la ley 15/97 y el art. 90 de la LGS. Que ingenuos somos, en verdad es normal, sería algo tan radical que desmontaría todos los chanchullos que tienen montados entre las privadas, los conciertos, las externalizaciones, las mutualidades y las dobles contrataciones de personal. Pero luego por otro lado, tratan de apoyar fervientemente la sanidad pública, cuando son los partícipes de su progresivo desmantelamiento. Por eso, si agarramos su mano, claramente las utilizadas somos nosotras.

La posición liberal del PP es bastante clara desde siempre, y más desde la situación a la que han llegado en la comunidad de Madrid (el caso más alarmante de privatización y ahogo de la sanidad pública de todo el estado español), pero las actuaciones del PSOE y UP (y sus confluencias) brillan por su doble rasero.

Junto a lo ya mencionado, el puño y la rosa encargó el informe Martorell en 1991, recomendando abrir las puertas de la sanidad pública a las fuerzas del mercado (oligopolio farmacéutico, industria de tecnología avanzada y empresas constructoras) bajo la excusa de la necesidad de una gestión más eficiente de los recursos, y la introducción, además, del famoso copago. Además, participó en el consenso de la ley 15/97, no retiró como prometió la ley 50/98 que ampliaba la anterior, y tampoco hizo nada ante la ley de 25 de abril de 2003 que ampara las “nuevas formas de financiación” de la sanidad madrileña.

El último cambio radical que ofrecen en materia sanitaria es el nuevo anteproyecto de ley para modificar el Real Decreto 16/2012 de Rajoy que excluía de la atención sanitaria a los migrantes en situación irregular. Mira que Rajoy era un demonio, pero da la casualidad que este proyecto, lejos de echar abajo esa ley, la volvería más restrictiva: así, en su artículo 3 ter punto cuatro queda especificado la necesidad de demostrar que las personas llevan más de 90 días en España para tener derecho a una asistencia sanitaria gratuita, es decir, se fija por ley la lectura restrictiva que ya habían hecho algunas comunidades [1] ¿Quién mejor que el gobierno más progresista de la historia para realizar acciones como éstas?

Mientras, la introducción de todo el espectro político de la izquierda en las movilizaciones de las plataformas, mareas y la mayoría de los sindicatos corporativos sanitarios se sigue produciendo ¿Por qué entonces, todo ese movimiento popular blanco que se ofrece como defensor de la sanidad pública, les invita continuamente a secundar sus actos, consignas y movilizaciones? ¿Quién utiliza a quién? No entendemos esa dependencia, pues su contribución en los múltiples contratos y concesiones a la sanidad privada, así como en recortes a la pública está demostrada.

Ahora que el nuevo gobierno regional está repartido entre el viejo y el nuevo protagonista ¿Esperamos algo diferente? Conociendo su dinámica, en primer término, seguro que toman las bases de la anterior propuesta de reestructuración (a no ser que puedan hacerlo aún peor) para abordar la precaria situación de nuestra atención primaria rural. Porque la medicina general de nuestro territorio, en segundo término, no está exenta de sus continuos ataques. Por ello, nosotrxs, por nuestra parte, seguiremos señalando a todas las culpables y no consintiendo que se les deje apropiarse de nuestras necesidades para enarbolar su estandarte salvador, y mientras, ahogar esa protesta, puesto que “parlamentariamente hacen todo lo que pueden para revertir esta situación, y así es cómo se tienen que hacer las cosas”. Para que vamos a luchar en la calle, cuando hay otras que se parten la cara por nosotrxs en el parlamento… ¿Para eso viven a cuerpo de rey, no?



2. Dónde estamos.

Las últimas noticias para nuestra comarca hacen referencia a la creación de una Unidad de Soporte Vital Avanzado de Enfermería (SVAE), el segundo de la provincia (el otro segoviano parece que se instalará en Boceguillas), en el Centro Cultural de Santa Clara en Cuéllar, dotado con ambulancia (en ningún momento se alude a la necesaria UVI móvil), dos técnicos sanitarios y una plaza de enfermería conectadas con una de medicina. Un espacio temporal, pues se cede para 3 o 4 años, hasta que se construya este mismo espacio en el futuro centro de salud[2]. Nos toman el pelo una vez más, porque si ahora no dotan a este equipo de la necesaria plaza de medicina y una UVI móvil ¿A caso lo van a hacer en el nuevo centro de salud?

Aclaramos que esta unidad es conocida como ambulancia de tipo C. Según Real Decreto 836/2012 del 25 de mayo, esta unidad debe contar con un conductor, un enfermero y éste estar conectado con un médico si la ocasión lo requiere. Esta ley es un mínimo que las CC.AA deben cumplir, pero en nuestro caso, la Junta de CyL las dota únicamente de dos TES (técnicos sanitarios) y un enfermero[3].

Se anuncia que se instalará otro servicio más en el Centro Cultural de Santa Clara gracias a la colaboración del Ayto. de Cuéllar, una Unidad Militar de Emergencias (UME)[4]. Una noticia que nos parece de lo más sarcástica, pues de sobra son conocidas las actuaciones de dicha unidad: llegar tarde, ponerse la medalla y encima, contar con los mejores medios para nada, sólo para tenerles contentos. Unos medios con los que ya podían contar aquellas que de verdad se juegan la vida literalmente en los incendios y realizan el mantenimiento de nuestros bosques. Esos trabajadores a los que no se quiere clasificar como bomberos forestales porque no les interesa a unos pocos. Es la hostia, en vez de dotar a la comarca de un verdadero parque de bomberos y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores forestales, se sigue legitimando a estos parásitos en nuestros pueblos, como si fueran necesarios.

Por otro lado, parece que se va hablando cada vez más sobre los procesos de construcción del nuevo centro de salud de Cuéllar en Santa Clara para subsanar el acceso limitado del actual, y en teoría dotarle de mayores medios y personal[5]. Pero ¿Para esto último hace falta un centro nuevo? Si bien en el actual centro sobra espacio para aumentar la plantilla y dotar de medios (o poner en valor algunos de los actuales, como la famosa máquina de rayos X), cuesta creer que lo vayan a hacer en el nuevo. Eso sí, siempre tenemos en boca la falta de financiación y su necesaria gestión eficiente, pero para construir un centro de salud nuevo sí que hay de sobra. Para que veamos que hacen algo, toma y calla ¿Quién se va a encargar de construirlo? ¿Nuevo pelotazo inmobiliario?

Lo de las convocatorias a plazas de medicina de equipo y de área es otra cuestión que tiene traca. El primero es el adscrito a un centro de salud de una Zona Básica de Salud (ZBS), y el segundo es aquel adscrito a un centro de salud pero que se desplaza a otros consultorios de otros pueblos donde se carece de centro. Dieron la orden de cubrir 710 plazas de Medicina Familiar y Comunitaria, unas 400 plazas de medicina de área y 309 de equipo. Se han adjudicado 562 del total de plazas ofertadas. De las 401 plazas ofertadas de medicina de área, 139 aspirantes a personal estatutario fijo no ha solicitado plaza ni presentado documentación. Se queja la consejería, dice que la lista seguirá corriendo…

Para Segovia eran 50 plazas, de las cuales, 22 para medicina de área. De esas, 3 quedan sin cubrir. Las plazas de área son las menos valoradas por lxs profesionales, ya que trabajan por horas y están adscritas a un área sanitaria en lugar de a un centro de salud, al contrario de lo que ocurre con los otros puestos, los de equipo. La Agrupación de Profesionales de Área de Castilla y León (AmeaCyl) advirtió en un comunicado que la apuesta de la Junta por las plazas de sanitarios de área “perpetúa” los problemas de la Comunidad para atraer personal de medicina y enfermería de Atención Primaria. Efectivamente, si ofrecen peores condiciones laborales, quien pueda elegir no cogerá la plaza, pero a la vez sostienen que es que nadie quiere trabajar en los pueblos, echando balones fuera y quitándose cualquier responsabilidad.

Las condiciones de trabajo para este personal específico son alarmantes, como asegura dicha agrupación recogida en un artículo de El adelantado de Segovia, la Consejería de Sanidad los sigue considerando trabajadores por horas (este mes trabajarás más horas y el que viene menos, según sea la necesidad), exigiendo disponibilidad permanente del tiempo libre para acudir al puesto de trabajo, abonando por igual las horas realizadas de día o de noche, o en días laborables o festivos, y todo ello pudiendo superar las 24 horas seguidas de trabajo, de lunes a domingo.[6]

Respecto a la medicina general, la oferta de las especialidades, se cifra en 353 plazas para todas las provincias. Así, 161 corresponden a Medicina Familiar y Comunitaria y para las de Enfermería se incrementa la cifra hasta 160 plazas.

Estos datos contrastan con las largas listas de espera que aún existen en toda la comunidad (y en todo el estado), aunque aseguran que se han reducido desde el 2020. Para Segovia, a mediados de marzo de 2022 la lista llegaba a 2.417 personas con unos 84 días de espera media, en marzo de 2019 éramos 1.241. Aunque en esta recogida se añadan los aplazamientos por motivos laborales, personales y/o contraindicaciones médicas, la existencia de una lista de espera, muestra que los medios y el personal existentes no son suficientes para la demanda de atención sanitaria que exige la población.



3. A dónde vamos.

Por tanto, cuando esta lista llegue a cero, la balanza estará equilibrada y estos profesionales de la política habrán hecho todo lo que han podido y prometido. Hasta entonces, a causa de la permanencia de una gestión empresarial para un servicio público, los 20 señoritos que se reparten el pastel juegan con nuestras vidas y con nuestras condiciones laborales. Nos mean en la cara, dicen que llueve y seguimos pensando: “a ver cuándo escampa”.

No podemos seguir dejando que el sector de la salud se siga ligando al mercado, ni que la pirámide sectorial reproduzca la estructura de clases de la sociedad capitalista. Ciertos profesionalxs no se pueden convertir en una élite intocable e influyente en los procesos políticos y económicos. A igual trabajo, igual salario, como dirían los estudiantes del MIR (Médico Interno Residente).

Debemos seguir plantándoles cara en la calle y reclamar un servicio justo para nuestros pueblos. Eligiendo bien nuestros aliados y no dejando que nos tomen más el pelo. Un buen ejemplo de lucha fue lo que hicieron nuestros compas bercianos ocupando su hospital comarcal o las vecinas de un pueblo de la sierra segoviana con su consultorio para reclamar en ambos casos la mejor dotación de medios y personal en dichos centros. Que cada cual en su pueblo tome las medidas que crea oportunas, pero coordinémonos de manera horizontal para ser más fuertes y conseguir nuestros objetivos.



Trabajador@s sanitari@s y usuari@s unid@s para salvar la sanidad pública.

Luchar contra la privada, es luchar por la pública.



Reivindicaciones rurales:

- Más medios y más personal sanitario.

- Reapertura de todos los consultorios locales y centros de salud de los pueblos.

- Servicio de urgencias íntegro con personal de medicina, enfermería y UVI móvil.

- Cuidado digno de nuestros mayores. Gestión pública de las residencias.

Reivindicaciones generales:

- Abajo la ley 15/97 y el art. 90 de la LGS que amparan las privatizaciones y conciertos con la privada. Donde hay negocio, no hay salud.

- Creación de un sistema de industria sanitaria y farmacia públicas.

- Dedicación exclusiva para todas las personas que trabajan en Sanidad Pública. Toca elegir entre público o privado.

- Abajo las listas de espera y su gestión fraudulenta.

- Abajo la exclusión sanitaria (Decreto Ley 16/2012). Sanidad para todxs, con o sin papeles.

- Por un sistema sanitario centrado en los determinantes sociales de la salud y la enfermedad.

- Reapertura de todos los consultorios locales y centros de salud de los pueblos y barrios.




 

NOTAS:


FUENTE: https://tierradepinaresantifa.blogspot.com/2022/04/sanidad-una-de-cal-y-otra-de-arena.html