¡BASTA DE
REPRESIÓN EN ASISPA, NO A LOS DESPIDOS EN LA ROSA!
Representantes de los trabajadores del C.A. La Rosa
La plantilla del Centro Abierto La Rosa, de la red municipal de atención a personas
sin hogar de Madrid, llevamos años sufriendo los efectos de la privatización de
los servicios sociales. Años de precariedad laboral y de medios materiales que,
como no podía ser de otra manera, afecta directamente a las personas usuarias
del centro.
Las empresas del sector de la intervención social (muchas de ellas
disfrazadas de entidades sin ánimo de lucro) llevan décadas actuando como si
los servicios sociales fueran su cortijo. Y en la práctica así es. No se
cumplen los pliegos contratados con la administración, muchas empresas se
niegan todavía a aplicar el convenio de Acción e Intervención Social (en vigor
desde el pasado 3 de julio), la prevención de riesgos laborales es un paripé,
la formación del personal una tomadura de pelo...como es de esperar cuando lo
único que importa es el lucro económico.
ASISPA (empresa que gestiona el Centro Abierto La Rosa) es un ejemplo
paradigmático de lo expuesto. Se niega a aplicar el convenio, actualmente la
precariedad laboral es la tónica general (aproximadamente la mitad de la
plantilla tiene un contrato temporal, y más de la mitad un contrato a tiempo
parcial) y los sueldos son de mera subsistencia. Además, su gestión es
profundamente autoritaria, llegando a extremos como negarse a abonar los
festivos trabajados o a reconocer el permiso por hospitalización de familiar
(¡esta es la sensibilidad de ASISPA!).
Ante esta situación, la plantilla está reclamando sus derechos: que se
aplique el convenio, que se cumpla íntegramente el pliego, que la prevención de
riesgos laborales se tome en serio, etc. Conscientes de que bajo la gestión
privada esto es imposible, hemos solicitado formalmente al Ayuntamiento de
Madrid la municipalización del servicio manteniendo los puestos de trabajo.
Como respuesta, la empresa ha optado por la represión, despidiendo a 6
compañeras con la forma de la no renovación (a pesar de que el convenio dice,
textualmente, "en caso de que el contrato eventual sea rescindido al
finalizar su duración, no se podrá contratar ningún otro trabajador o
trabajadora eventual para ocupar el mismo puesto hasta que transcurran 5
meses"). Y para colmo, la empresa intenta silenciar a los trabajadores y a
los usuarios, arrancando con sus propias manos una directiva
de ASISPA pancartas y carteles contra los despidos, en un patético acto de
soberbia.
No lo podemos permitir. Por eso vamos a pedir amparo frente a la patronal
al gobierno municipal de Ahora Madrid, porque es nuestro Ayuntamiento. Y
también vamos a recordarle que la municipalización de los servicios públicos va
en su programa electoral. Por esta razón, como representantes de los
trabajadores del C.A. La Rosa, llamamos a participar en la manifestación por la
remunicipalización de los servicios públicos del o 9 de junio (19 horas, de
Plaza de la Villa a Cibeles). Manuela, lo prometido es deuda