Los y las trabajadoras de OTIS están en huelga en defensa de su convenio y por la contratación desde el 27 de abril al 16 de mayo. En estos tres meses de negociaciones, la dirección de la empresa, mostrando ningún respeto hacia los y las empleadas no asistiendo reiteradamente de la mesa negociadora, ha dejado claro que no tienen intención de llegar a un acuerdo favorable para los y las trabajadoras, alargando la negociación como maniobra de desgaste.

Otis, con unos beneficios de 155 millones de euros netos en el año 2016 no han parado de crecer incluso en los años de crisis, comprando otras empresas y acaparando cada vez más y más mercado.

Con esos resultados, cualquiera entendería que lo que exigen los y las trabajadoras es perfectamente asumible: mantenimiento del convenio en vigor recuperando el poder adquisitivo perdido tras años de congelación salarial y contratación de nuevo personal para aliviar las cargas de trabajo.
Pero la lógica capitalista muestra una vez más su verdadero rostro y nos recuerda que ni aquella congelación del sueldo, ni los beneficios astronómicos, ni cualquier concesión que hagan los y las trabajadoras “ajustándose a la realidad” o “mostrando voluntad negociadora”, mejoran las condiciones laborales.

Después de haber jugado en el terreno de la patronal en donde se siente tan cómoda, con sus reglas, con unas leyes cada vez más a su favor, con reformas laborales que han ido atacando cada una más que la anterior a los derechos de los y las trabajadoras, la huelga aparece como estrategia central para conseguir cualquier triunfo de la clase obrera. Porque solo cuando paramos la producción ponemos verdaderamente en jaque a la patronal, al sistema. De ahí la campaña de desprestigio y miedo a este legítimo derecho. Intentan atemorizarnos presentando la huelga como una pérdida de salario cuando realmente son ellos los temen por sus bolsillos. Queda claro que nosotr@s con nuestro esfuerzo, somos los que les damos de comer a ell@s y no al revés.

Pero la estrategia de huelga va más allá de conseguir una victoria parando la producción. En esa confrontación sale a relucir el verdadero conflicto de intereses entre patronal y trabajador@s, entre explotadores y explotad@s, en definitiva, entre los capitalistas y l@s obrer@s. Vemos claramente el papel del resto de actores que conforman esta lucha y como decantan la balanza en nuestra contra.
Unas veces de manera muy clara, como el papel las instituciones, elaborando leyes a medida de los ricos que los hacen cada vez más ricos y otras más sutiles, como el de las burocracias sindicales que frenan el empuje de sus bases combativas, cerrando malos acuerdos que empeoran las condiciones laborales y que después venden como victorias.

Una vez que conseguimos quitarle la máscara al sistema podemos ver que, lo que ocurre hoy en día en Otis es lo mismo que ocurre en el resto de empresas y multinacionales, Es difícil que un colectivo en solitario sea capaz de aguantar los envites del sistema que mina continuamente el poder de la unidad de las clase trabajadora, lanzando campañas de difamación sobre cualquier colectivo en lucha (estibador@s, bomber@s, trabajador@s de la limpieza, profesor@s) o como en el caso de Otis, queriendo crear una doble escala salarial para romper la plantilla es dos grupos con intereses distintos.

Pero no nos llevemos a engaño, esto ya es una realidad dentro del grupo Otis en donde los y las trabajadoras de las empresas asociadas, tienen peores condiciones laborales que l@s de la empresa matriz. Aunque esa brecha salarial no tiene comparación con la que existe con las teleoperadoras de la central de Madrid que son contratas a través de ETT´s. Nuevamente el capitalismo, apoyándose en la pata del patriarcado, relega a lo más bajo de la escala salarial al sector feminizado de la empresa.
La misma finalidad tiene la maniobra que ha hecho la empresa recortando las horas sindicales a los y las delegadas de personal en plena negociación: crear un conflicto de intereses entre la plantilla para que dejemos de apuntar hacia el verdadero enemigo.

Por tanto, aunque la lucha de clases empieza siempre con la organización en cada centro de trabajo, debemos coordinar los conflictos, apoyando y buscando apoyos. Simplemente mirando el panorama estatal nos encontramos con multitud de ellos que se enfrentan al sistema por separado, algunos con más capacidad de victoria por pertenecer a sectores estratégicos como es el caso de los estibadores, otros por ser pequeños colectivos, con pocas posibilidades de vencer. En este sentido las marchas de la dignidad juegan un papel muy importante como frente de luchas.

El próximo 27 de Mayo hay convocada una manifestación centralizada en Madrid. Es central construir un espacio que ayude a dar una salida obrera a la crisis.

Pero la patronal sabe perfectamente la dificultad económica de la clase trabajadora y así lo demuestra cuando dilata los procesos, convirtiendo las negociaciones en una pantomima, para que el tiempo empiece a hacer mella en la paciencia del colectivo. La caja de resistencia bajo control de los y las trabajadoras se torna clave para poder llevar con éxito un conflicto hasta el final, que minimice el problema económico y que ayude a poder desarrollar una buena labor sindical.
Porque solo a través de la huelga y la movilización sostenida, mediante un sindicalismo combativo, trazando estrategias a largo plazo y siempre en ofensiva, se podrá conseguir el triunfo de la clase trabajadora.

Solidaridad con lxs trabajadore/as de OTIS en Huelga por su convenio

Fuente:http://izar-revolucion.org/solidaridad-los-las-trabajadoras-otis-huelga-convenio/
iNFORMACIÓN: 

http://www.20minutos.es/noticia/3025006/0/establecidos-servicios-minimos-zardoya-otis-asturias-por-huelga/

http://sindicatoelevacion.org/