SOBRE EL CONFLICTO en PHILIPS Indal 
y las luchas obreras en el presente





La intervención práctica –no oportunista- en el ámbito laboral está constreñida a mínimos; así, cualquier atisbo de lucha es saludado muchas veces como una llama de esperanza. Pero debemos ser marxistas, no “esperanzados o desesperanzados”. 
 

El reciente conflicto sucedido en la factoría de la multinacional PHILIPS en Valladolid es un buen ejemplo de lo que podemos hacer actualmente con las escasas fuerzas que contamos.

Así relatábamos los hechos en nuestra anterior toma de posición (de 25/9/2018) sobre el conflicto: “El pasado miércoles 19 de septiembre, en la factoría que la multinacional holandesa Philips tiene en Valladolid, la mañana empezaba tranquila. Pero a eso de las 11, ocho trabajadores fueron llamados uno a uno a subir a la oficina de Personal. Allí, la responsable de dicha sección les comunicó el despido por aplicación de la Ley que deriva de la Reforma Laboral aprobada por el anterior gobierno del PP. En dicha ley se establece que a partir del noveno día de baja de un trabajador la empresa puede rescindirle el contrato de manera procedente (y por tanto con la indemnización mínima correspondiente) por cuanto su baja afecta a la productividad de la empresa y al normal desarrollo económico de su actividad. Esta es la ley que la encargada de personal alegaba al entregar el despido a los 8 compañeros de Philips, a los que en realidad se despedía por la razón mucho más pueril de negarse a realizar sábados y horas extras. El caso de alguno de los despidos es sintomático de la gran preocupación por la salud de los trabajadores que tienen las empresas y en este caso concreto Philips: uno de los trabajadores despedidos había estado de baja durante quince días por una enfermedad en los codos derivada del trabajo rutinario que realiza en la factoría -la baja era por enfermedad laboral-; otra de las trabajadoras tenía que faltar mucho al trabajo por encontrarse con una enfermedad grave y tener que recibir los tratamientos correspondientes en el hospital; otro, con cáncer, debía acudir a quimioterapia y esto le estaba llevando a faltar los días correspondientes... y no conocemos al detalle todos los casos pero podemos asegurar que las situaciones en las que se ha basado el despido "procedente" son en todos los casos similares. Es decir, nos encontramos con unos despidos de carácter disciplinario que intenta romper cualquier resistencia de los trabajadores (por no hacer sábados, por no hacer horas extras, por rebeldes o simplemente por negarse a todas las imposiciones de la empresa) que se enmascara en un despido por faltar al trabajo, ¡por enfermedades graves o por enfermedad laboral producida en el transcurso de la actividad dentro de la empresa! Philips acababa de contratar esa misma semana a un número importante de eventuales, y rápidamente algunos de los trepas más conocidos de la empresa se han apresurado a ocupar los puestos "abandonados" por los compañeros despedidos”.


Como hemos explicado, los despidos se encubren bajo la justificación de “necesidades objetivas” de la producción, pero lo cierto es que se ha despedido a trabajadores que, o bien resultaban conflictivos porque se negaban a trabajar horas extraordinarias después de que terminase la jornada laboral, o bien estaban enfermos y se ausentaban del trabajo para acudir al médico. Son despidos, por lo tanto, disciplinarios… sobre todo si se tiene en cuenta que la empresa no ha parado de contratar a nuevo personal con condiciones notablemente peores que aquellas de que disfrutaban los despedidos, personal contratado a través de la ETT Randstadt que se encarga de presionarles de mil formas para que sean sumisos y obedientes desde el momento mismo del contrato.


Después de la primera jornada de huelga, que realmente tuvo mayor repercusión de la que parecía por las fuerzas movilizadas en su convocatoria, los sindicatos mayoritarios representados en el comité de empresa reculan, proponen entonces paros de 1 hora que finalmente suspenden ante una nueva propuesta de la empresa, una propuesta que pretendía dejar fuera del acuerdo a parte de los trabajadores despedidos. El comité, tomando la propuesta, la rehace para incluir a todos, pero asumiendo punto por punto las condiciones que la empresa imponía. La mitad de los trabajadores despedidos se han negado a este acuerdo (¡contubernio!) y a seguir formando parte de un teatro tan bien montado: la empresa dice arre, los sindicatos dicen so pero arre y arre, y al final claro, es arre.

La propuesta de realizar paros de una o dos horas era una propuesta surgida de los propios trabajadores, pero en vez de realizarse en el momento oportuno, convocando asambleas en la fábrica para iniciar la lucha, se convoca después del órdago de “huelga indefinida” que en ningún momento estaban dispuestos a realizar. Desenmascarar la labor realizada por estos profesionales de la colaboración es una de las tareas más urgentes para los proletarios en cada conflicto que actualmente enfrentamos. Los sindicatos han ido cediendo en su “intransigencia” y el órdago que soltaron (huelga todos los miércoles y llevar la lucha hasta el final) se ha visto claro: no tienen cartas, solo, si acaso, las cartas de recomendación de la empresa, la patronal y la policía que les protege. Así, lo que han hecho ha sido negociar con la empresa un acuerdo que, por supuesto, no implica la readmisión de todos los despedidos. Este acuerdo implica algún tipo de “plan de empleo” en el que, a cambio de los despidos, se contrate a nuevo personal con peores condiciones laborales, etc. En este sentido, tal y como hemos visto en infinidad de ocasiones, un sindicato hace el papel de “razonable” que pacta porque es necesario hacerlo (CC.OO.) y el otro aparenta una cara más combativa (UGT) en lo que es, realmente, una división de tareas con un mismo fin.


La dinámica de movilizaciones parciales, que de por sí está abocada al fracaso en cualquier conflicto, ha acabado por agotar a los trabajadores, posiblemente antes a los que siguen en su puesto de trabajo, pero finalmente también a los despedidos. El conflicto se ahoga por su inoperancia y, o bien queda reducido a una movilización sin salida llevada únicamente desde el terreno jurídico-legal, o bien sencillamente desaparece.
Ambas cosas están directamente interrelacionadas y forman parte de una estrategia acordada entre empresarios y sindicatos que hemos visto repetirse muchas otras veces. La única manera de romper con este círculo vicioso es minar, antes de que decaigan las fuerzas entre los trabajadores, la influencia de las políticas conciliadoras y derrotistas de estos, apelando a la base trabajadora a que tome el conflicto en sus propias manos y se haga cargo de la lucha mediante métodos realmente clasistas.

En cualquier caso, es necesario ser conscientes de lo adversa que es la situación general, no únicamente la que se da dentro de la fábrica o en relación a los despedidos. La fuerza del oportunismo político y sindical no reside exclusivamente en su capacidad de maniobrar para traicionar a los trabajadores que emprenden una lucha, sino en la fortísima inercia social que lleva a estos mismos trabajadores a no ser capaces de romper con los límites de la negociación legal y del aislamiento en el puesto de trabajo.

Para que el conflicto en torno a los despidos pueda tener éxito, es imprescindible que los trabajadores que permanecen en su puesto de trabajo sean capaces de presionar a la empresa para lograr la readmisión (dado que las fuerzas de los despedidos son mucho menores en lo que se refiere a poder afectar económicamente a Phillips), mediante paros, huelgas, etc. Lo que ha sucedido tiene poco que ver con esto, pero tiene su interés.


La movilización del grupo de despedidos se ha visto ayudada por la difusión realizada desde los sindicatos minoritarios (CGT, CNT) y de las cajas obreras de resistencia que existen en Valladolid, y aunque la bestia posea grandes medios de comunicación y miles de armas contra los proletarios, la solidaridad se ha extendido y buena parte de la clase obrera de la ciudad ha sido solidaria de diversas formas con los despedidos. La propaganda denunciando la situación y las informaciones en prensa han ido extendiendo la noticia y las movilizaciones. El ayuntamiento –de izquierdas- se ha guardado muy mucho de apoyar a los despedidos (como suele hacer con otras empresas) y ha colaborado de manera servil retirando velozmente la propaganda (pegatinas, pancartas), buscando así el beneplácito de la multinacional holandesa, cuyo mayor miedo era, sin duda, que el conflicto se extendiese o dilatase en el tiempo. Los piquetes, ciertamente, fueron piquetes informativos, pero en alguno de los piquetes realizados varios grupos de obreros y solidarios mostraron una actitud combativa que hacía presentir las ganas de pasar de una vez por todas a los piquetes proletarios, pasándose de una vez por todas por encima la legalidad creada para controlarlos. Estos pequeños gestos de lucha han sido rápidamente apagados, pero en Philips Valladolid algo ha cambiado- Cada conflicto y cada lucha en cada fábrica y ciudad deja una huella. Así, una fábrica asociada tradicionalmente al buen trato a sus empleados y a una empresa familiar (la antigua Indalux absorbida por Philips) es vista por todos como lo que es. Y toda su propaganda llega tarde, al menos a ojos de los obreros vallisoletanos.


Los juicios por la improcedencia de los despidos están siendo espaciados, de nuevo seguramente para que no sea posible una defensa y una lucha conjunta. Pero por ahora podemos decir que, al menos, los obreros despedidos están recibiendo indemnizaciones mayores de las que la empresa ofrecía: si la empresa dijo 20, hoy son 40 días, si los trabajadores pedían 5000, la empresa se ha visto obligada a dar 4000, cuando, evidentemente, presuponía que los despidos le iban a salir gratis… [Las cifras son orientativas].

La realidad es así, las dificultades son enormes, pero a nada que se lucha por intereses de los obreros los obreros consiguen al menos resistir a las imposiciones. 





ARCHIVO

Traduce-Translate-Μετάφραση

Etiquetas

informaciones de clase Infos obreras valladolid industria huelga servicios sector público CNT CGT accidente laboral = terrorismo patronal sanidad no a los despidos renault trabajadores en lucha lucha obrera contra los despidos huelgas no son accidentes son asesinatos movilizaciones correos madrid solidaridad obrera león metal palencia euskalherria coronavirus Iveco enseñanza michelin comunicados contra la represión lucha de clase sector agrario limpieza ERES son despidos castilla contra la precariedad laboral cádiz paros telemarketing zamora acción sindical concentración hostelería no al cierre minería solidari@s de la sanidad transporte asturias barcelona bizkaia acerinox cajas de resistencia huelga general huelga indefinida movilizaciones por el convenio protestas autobuses estado español Burgos Lingotes Especiales automoción explotación nissan philips por la unificación de las luchas Vigo encierros solidaridad de clase Gasteiz airbus asamblea laboral autoorganización barakaldo condiciones de trabajo dignas YA hoteles logística pensiones valencia CAS Estatal CCOO Renfe Xixon acciones amianto comercio conflictividad laboral construcción contra el paro contra los esquiroles estibadores huelga estudiantil las kelis piquetes precariedad laboral subcontratas tubacex 8 de marzo Bierzo ERTE Frenos y Conjuntos Iruña NO al ERTE PRAE Ponferrada Salario mínimo interprofesional Zaragoza acoso laboral agricultura algeciras ambuibérica araba banca cadiz convocatorias cuéllar dulciora espectáculos ferrocarril handling huelga en solidaridad internacionalismo proletario jornada de lucha por la unidad obrera sector postal sindicalismo subida salarial telefonía Ávila A Corunha Alcoa Alicante Auvasa CESPA Cantabria DIA EBHI Ferrol Ferrovial Lindorff Metro Madrid Navantia PPG Ibérica Peñafiel SAT Tarragona Vitoria Zardoya-Otis aerogeneradores agroalimentación ambulancias andalucía asistencia autogestión de la salud bomberos bomberos forestales call center cataluña ccoo vendeobreros central térmica contra el capital contra la LOMCE contra la pasividad contratos denuncia desahucios despedido elecciones sindicales empleo digno energía eventuales huelga de hambre huelga salvaje impagos interinos juicio libertad detenidos por luchar montadores movimiento obrero mutuas málaga no a la guerra no a la privatización sanitaria no a las sanciones no a los recortes no al ere olmedo químicas readmisión reflexión salud en el trabajo salud pública sector madera segovia sevilla sindicalismo amarillo telepizza transporte sanitario térmicas unipost Íscar 1º de mayo 35 horas A igual trabajo - igual salario Alcobendas Alfaro Almería Aranda de Duero Avilés Bloque crítico CAS Madrid CObas CTA Dueñas Ferroser Ford Fuenlabrada Huelva I+D Illescas Konecta MIR Medina de Rioseco Medina del Campo Mercedes Miranda de Ebro Plataforma por una sexualidad y aborto libres Puertollano Red de Autodefensa Laboral SEAT SUT Salamanca Siro TES Tierra de Campos Vestas Vientos del pueblo Vodafone absolución encausadxs abuso de poder adif aeronauticas aeropuerto andrés bódalo análisis atención de la discapacidad auxiliares ayuda a domicilio azucarera bidafarma bloqueos boecillo boicot ceuta chantaje empresarial chechu readmisión comité de huelga contra el Estado burgués contra la burguesía contra la privatización contra las horas extra crisis y sobreproducción crítica derecho de huelga derechos emigración encuentros obreros enfermería exilio laboral extremadura ezentis farmaceútica galiza granada greba guipuzkoa género horas extras huelga de alquileres imprentas incendio fábrica incendios inditex internacionalismo jardines jornadas kellys lauki listas de espera llodio manifestación miseria obrera multas multinacional murcia museos no al decretazo nocividad ocupación organización oviedo panificadora parque tecnológico portuarios presos libertad provedores puertos reforma laboral repartidores residencias ridersconderechos sacyl sanidad rural signify sin techo socialdemoc-ratas suicidio teletrabajo temporales textos toxicidad ugt veterinarios vivienda ¡reducción del tiempo de trabajo!