«Dormiremos en esterillas en el suelo», decía ayer Lisardo Astorgano, una de las 17 personas de la Asamblea de Usuarios de la Sanidad Pública del Bierzo y Laciana —no confundir con la plataforma ciudadana de nombre similar que ha impulsado las últimas movilizaciones— que por la mañana inició un encierro, en principio indefinido, en un rincón del vestíbulo de la entrada principal del Hospital del Bierzo para denunciar la «privatización encubierta» de la sanidad pública. Los encerrados, que desplegaron una pancarta como telón de fondo en uno de los ventanales e instalaron una mesa con folletos y huchas para recibir donaciones, difundieron un comunicado para denunciar «el robo» de la sanidad pública y su «uso político y economicista», a la vez que reclamaron a la administración «que se revierta la situación». Los encerrados tienen previsto celebrar asambleas diarias para decidir la continuidad de la protesta.
La Asamblea de Usuarios, que ya había propuesto sin éxito el inicio de un encierro a la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública, ha decidido no esperar más y a primera hora de la mañana de ayer se instalaba en el vestíbulo. El comunicado que difundieron de madrugada, horas antes del inicio de la protesta dejaba claros los motivos de la medida: «este encierro se lleva a cabo debido a la mala gestión de la Sanidad Pública en nuestro territorio, respondiendo a una clara privatización encubierta de nuestra Sanidad Pública, donde priman los criterios económicos por encima de los criterios de calidad». Los encerrados recordaron que la sanidad pública «es un derecho histórico social», pero su «uso político y economicista» por la administración la están deteriorando.
Los encerrados concretaron sus reclamaciones a lo largo de la jornada y reivindicaron tres traumatólogos, cuatro radiólogos, dos geriatras y tres anestesistas para el Hospital, el servicio de Radioterapia «de forma urgente» y un acelerador lineal, la apertura continuada de las 36 camas que la Gerencia cierra en verano, la entrada en funcionamiento de los dos quirófanos nuevos prometidos, la contratación de más personal para que los quirófanos operen por las tardes, evitar la externalización de operaciones y que se cumplan los ratios por planta, la eliminación de las Unidades de Gestión Clínica, que «no son más que primas encubiertas de libre disposición», la difusión de datos reales sobre las listas de espera —un año y medio para electromiografías, más de nueve meses para ecografías y más de ocho meses para resonancias magnéticas— y la construcción de más centros de salud —y recuerdan que «el Hospital de Laciana sigue infrautilizado»— con personal suficiente.
Los encerrados también reclaman la derogación de la Ley 15/97 y del Real Decreto Ley 16/2012 «que han permitido la privatización, así como los convenios con centros privados, donde se priman los criterios económicos» sobre la calidad del servicio. El grupo hizo un llamamiento a los ciudadanos y a los sindicatos sanitarios para que se unan al encierro y a la Plataforma para que lo apoye.