LA
POLICÍA DESALOJÓ EL HOSPITAL DEL BIERZO: LA LUCHA
Y LA SOLIDARIDAD CONTINÚAN
Casi
dos meses duró el encierro en el vestíbulo del Hospital del Bierzo,
y esos 58 días transcurridos hasta el desalojo, la madrugada del 18
de septiembre, permitieron al colectivo de Usuarios por la Sanidad
Pública del Bierzo y Laciana:
- Hacer visibles, para muchos trabajadores y usuarios de todo el Estado, los graves problemas que subyacen bajo la fuerte crisis de la asistencia sanitaria que recibimos, y que son estos:
- La Ley 15/97 – que puso en marcha las privatizaciones y pesa como una losa sobre cualquier pretensión de mantener nuestro sistema sanitario en unos mínimos de calidad;
- lo mismo, la modificación – consecuencia del acuerdo PP-SOE- del art. 153 de la Constitución que prioriza el pago de la deuda sobre los derechos sociales;
- junto a ellas, el decreto 16/2012 (que profundiza los recortes, las desigualdades y el derecho universal a recibir asistencia) y el actual art.90 de la Ley General de Sanidad, que legitima las privatizaciones,
- así como la progresiva implantación de las Unidades de Gestión Clínica (UGC), una forma enmascarada de privatización a todos los niveles, bajo el signo de una administración y gestión de los recursos que solo favorece a unos pocos (los Gerentes y aquellos que hacen, a través de la Privada, dos jornadas en una), a cambio de perfeccionar un método vertical de gestión y decisiones y la precariedad para la mayoría de los trabajadores sanitarios y en detrimento de la atención sanitaria del conjunto de la población.
- Una descripción minuciosa por parte de la Asamblea de las deficiencias propias de la Comarca y su Hospital (obtenida de múltiples consultas al conjunto de usuarios) y la exigencia de corregirlas - negativa a más derroches en las derivaciones a la privada, apertura de todas las camas y contrataciones que garanticen un turno de tarde para acabar con la infrautilización del Hospital -, y un método de trabajo y de decisiones de carácter asambleario han permitido a los compañeros del Bierzo y Laciana conseguir el importante respaldo demostrado y que el desalojo y la represión, o el boicot por parte de organismos que se dicen defensores de la Sanidad Pública, no puedan sino cargar de razones al colectivo de AUSP del Bierzo y Laciana. Su iniciativa ha de servir a todos como un ejemplo práctico de cómo abordar los problemas que afectan tanto a sanitarios como a usuarios de la Sanidad pública: partir desde abajo, y tener claro el origen de los problemas; buscar en la práctica reivindicaicones comunes a los colectivos implicados, y desarrollar la democracia de los trabajadores, mediante la coordinación del movimiento asambleario: Es el camino para generar una lucha que pueda romper la burocracia y la jerarquización impuesta, y caminar hacia una gestión horizontal y una verdadera AUTOGESTIÓN que responda a los intereses del conjunto de los trabajadores, sanitarios y usuarios de cada Hospital y Centro de Salud.
Tras
el desalojo sufrido, la Asamblea de Usuarios de la Sanidad Pública
del Bierzo y Laciana se reafirma en su lucha y ya están debatiendo
nuevas formas de presión para que sean atendidas sus justas
reivindicaciones. Han aprobado concentrarse todos los jueves a las
puertas del Hospital y también convertirse en Asamblea Itinerante,
rotando por los distintos pueblos de la zona, para extender todo lo
posible la participación.
Resistiendo
en su encierro hasta que el desalojo se impuso por la fuerza, los
Usuarios del Bierzo y Laciana reclamaban como respuesta la
SOLIDARIDAD
de los restantes territorios del Estado, que tuvo su expresión en la
concentración convocada el 15 de septiembre, circunstancia que
aceleró la decisión de cortar
por lo sano,
una pretensión que deja el problema como estaba.
El
Comité de Solidaridad de los Trabajadores de Valladolid y
el colectivo Solidari@sdelaSanidad
entendemos que la mejor muestra de dicha solidaridad con ellos supone
aplicar estos principios, esta lucha y la metodología asamblearia
que compartimos, en cada centro y territorio, con las fuerzas de que
se disponga, y es lo que vamos a hacer.