ÉXITO DE LA HUELGA DE
FERROSER EN LA FÁBRICA DE MICHELÍN-VITORIA
Escrito
por un trabajador de Ferroser de Michelín-Vitoria
A
las 5 de la madrugada del día 15 de noviembre, con un frio intenso,
se fue formando el piquete de trabajadores de las diversas
subcontratas de Ferroser en las puertas de la fábrica de
Michelín-Vitoria. El ambiente era de expectación y confianza.
Los
últimos accidentes laborales, uno de ellos con un trabajador de 38
años fallecido, y otros accidentes, que en muchos casos dejan
mutilaciones y secuelas para toda la vida, colmaron la paciencia de
la plantilla.
El
Comité de la subcontrata principal, que se dedica a mantenimiento,
había exigido reiteradamente soluciones a la empresa, sin obtener
ningún tipo de respuesta, sólo la presión y la
coacción habituales.
Ante
esta situación, el Comité se dirigió al resto de representantes
sindicales de las distintas empresas del grupo que trabajan en la
factoría: limpieza, logística, transporte, y alguna otra
subcontrata, y decidieron emprender el camino de la lucha para forzar
a la empresa a resolver la situación de extrema precariedad,
inseguridad en el trabajo, falta de formación para los trabajos
peligrosos, etc.
Todos
los representantes de las subcontratas estuvieron a favor de la lucha
y a pesar de la situación de debilidad en la que estamos la mayoría
de los trabajadores, decidimos dar un paso adelante. Las presiones de
los mandos de la empresa fueron brutales, a todos, pero especialmente
a los trabajadores eventuales.
A
pesar de ello, la decisión de los trabajadores de acabar con la
pesadilla de ir a trabajar en esas condiciones, fue más fuerte y se
secundó la huelga por parte de todas las subcontratas. En el sector
del metal-mantenimiento paró el 95%, la limpieza el 65%, la
logística el 75%, el macro-almacén de Michelín de Araia, atendido
por trabajadores de Ferroser paró al 100%.
El
paro provocó la paralización parcial de la actividad de Michelín
-3.500 trabajadores-, por la mañana y parte del turno de la noche.
El
ánimo y la confianza por la respuesta eran notorios en las
actividades que realizamos durante el día, además de los piquetes,
una gran caravana de coches por la ciudad y una manifestación que
reunió a los trabajadores de Ferroser de todas las contratas,
acompañados por trabajadores de Michelín y de otras empresas y
jóvenes. Por la tarde, una manifestación con unas 1.000 personas
recorrió la ciudad de Vitoria.
Esta
lucha constituye el primer paso para dignificar nuestro trabajo,
acabar con la inseguridad que supone la subcontratación, sin la
obligación de la empresa de subrogar al trabajador cuando caduca la
prestación de la contrata.
Por
eso ha sido un paso muy importante la coordinación de todas las
contratas, al margen de que presten trabajos diferentes. Todos
estamos igualmente afectados, ha sido decisivo comprenderlo y
responder todos a una.
El
siguiente paso ha sido reunirse con el comité de empresa de
Michelín, todas las contratas que operan en la fábrica para
analizar la situación y luchar por un objetivo común.
Esta
lucha por la dignidad del trabajo no es sólo nuestra. Nosotros somos
un ejemplo depurado de un mecanismo de explotación, la
subcontratación, que nos ha llevado a muchos trabajadores de este
país a un empobrecimiento masivo, (según el Informe sobre el estado
social de la nación “IESN” del 2015, uno de cada tres
trabajadores cobraba menos que el SMI, 648€).
Es
la mejor manera que han encontrado para semi-esclavizar a los
trabajadores, impedir su progreso en las empresas, inutilizar
derechos sindicales y sociales en beneficio de la empresa matriz y de
la propia subcontrata, en este caso Ferroser, del grupo Ferrovial,
que cuenta con 17.000 trabajadores en España y Portugal, y cuyos
cuantiosos beneficios están mezclados con el sudor y la sangre de
los trabajadores.