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limpieza de un quirófano |
Resulta ESENCIAL devolver los Servicios de Limpieza a la Sanidad Pública
1. Para garantizar los derechos laborales de los trabajador@s,que ven como las empresas concesionarias del negocio reducen las plantillas antes públicas,en muchas ocasiones hasta la mitad, mientras rebajan la cuantía de sus salarios e imponen condiciones de sobre-explotación a l@s que se quedan ,o simplemente les adeudan meses de sus retribuciones.
2.Porque, bajo estas condiciones es imposible garantizar no sólo la Calidad,sino el desarrollo de las actividades asistenciales con un mínimo de condiciones higiénicas,con el riesgo añadido de un aumento de las infecciones hospitalarias y la propia supervivencia de los Hospitales y Centros de Salud, que se COLAPSAN al verse condicionados,no por sus necesidades ,sino por los intereses lucrativos de las Empresas que,en ningún caso demuestran garantizar esas necesidades y mucho menos su calidad.
Los ejemplos de lo que decimos son numerosos :
Guadalajara (más de 30 Centros de Salud), Málaga (Hospital Carlos Haya) o Algeciras (Hospital Puerta de Europa) se encuentran ahora mismo inmersos en procesos de lucha,que es perentorio apoyar,pero no sólo, ya que la ÚNICA SOLUCIÓN VIABLE pasa por que estos Servicios y sus trabajador@s recuperen condiciones laborales dignas y LA LIMPIEZA SEA PÚBLICA , y no objeto de la usura y la especulación que destilan las concesionarias(es el caso de LINORSA en Guadalajara o FERROSER en Málaga). El perjucio causado por estos explotadores es muy grande, pero de consentirlo aquí y permitir que se apoderen de todos los Centros Sanitarios del país, será el tiro de gracia para la actual Sanidad Pública.
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solidaridad con los trabajadores de la limpieza hospitalaria |
3.La lucha de l@s trabajador@s en los centros citados -y nos llegan noticias de un triunfo momentáneo de las reivindicaciones en Algeciras- el caracter indefinido de la huelga que se empezó allí, demuestra no solo un camino de lucha sino, lo que es más importante: la demostración del carácter imprescindible del Servicio de Limpieza para la vida de todos los demás servicios y la necesidad de que la SOLIDARIDAD de los demás trabajadores, sanitarios y/o usuarios, con su lucha empiece a hacerse patente, como el mínimo reconocimiento a la importancia de esa labor.
4.Empezar a andar ese camino nos situará en la direción correcta de unir las fuerzas desde abajo y de manera horizontal, y teniendo la solución del problema en nuestras manos,justamente enfrente de donde nos encontramos ahora: bajo una estructura jerarquizada, caciquil y vertical.
y QUE VIVA LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES
Fuente: http://solidariosdelasanidad.blogspot.com.es/2016/05/devolved-los-servicios-de-limpieza-la.html?spref=fb
La lucha del sector de la sanidad es una inspiración para toda Barcelona. La solidaridad social, que durante tanto tiempo parecía haber muerto, está resucitando. Cada día hay más apoyo, pero todavía falta mucho. En Grecia, bloquearon todo el país, se enfrentaron a la policía, quemaron bancos y todavía aprobaron los recortes. Esta lucha, sino se rinde pronto, tendrá que durar mucho tiempo. Los ricos y sus políticos—y no hay político ni institución del Estado Democrático que no pertenece a los ricos—están convencidos en quitarnos el estado de bienestar, privatizando, entreotros servicios, la sanidad. Aquí no pretendemos escribir ningún elogio a la socialdemocracia. Ésta también fue una indignidad basada en la explotación, la exclusión y el control social, y logró destruirnos como clase, adoctrinarnos con la cultura y los valores fétidos de nuestros señores, engañarnos con la mentira democrática de que todos somos iguales. Si somos conscientes, no echaremos de menos a la socialdemocracia. Pero el porvenir que quieren proporcionarnos es aún peor.
Los estados europeos sólo rindieron los privilegios venenosos de la socialdemocracia para apagar las luchas extremadamente fuertes de principios del siglo pasado. Si queremos salvar la sanidad tendremos que crear luchas aún más fuertes. Pero no se puede dar un paso hacia atrás. Las cosas nunca van a ser como antes.
Cuando vivimos cosas tan fuertes tenemos que dejarnos cambiar. En la lucha por la sanidad pública estamos volviendo a conocer la solidaridad, y en las calles empezamos a vislumbrar la posibilidad de un futuro mucho más bonito.
Porque la sanidad pública no iba bien. Para ser honestos, hay que admitir que la sanidad pública de la sociedad capitalista jugaba su papel en la guerra contra todas y todos. La economía trata a las personas como máquinas y necesita un servicio sanitario que también nos trate como máquinas, que nos llene de pastillas para silenciar los síntomas, que niegue nuestra autonomía y que nos someta a la autoridad de un profesional que pretende conocer nuestros cuerpos mejor que nosotros mismos. Pero a menudo, la enfermedad es un intento del cuerpo de comunicar, de decir que aquí, algo va mal. Estamos gastando las vidas en trabajos indignos que nos matan poco a poco, pasando los días en el coche, atado a una máquina u ordenador o frente a una tele, comiendo comida industrial poco sana, respirando aire contaminado. La sanidad pública ha servido para cumplir la función de facilitar ésta miseria, curando las síntomas y obviando las causas.
Mas allá, la medicina occidental tiene una historia bastante sórdida, como todas las profesiones de nuestra sociedad. A los ejércitos y a la policía, nunca les falta médicos para asistir en las guerras o en los interrogatorios. Otros participan en la experimentación animal, mientras que otros sirven como carceleros en los manicomios. Y hace falta destacar la colaboración con la industria farmacéutica. Históricamente, la profesión médica ha sido un instrumento en el desarrollo del capitalismo y la nueva religión racionalista que trata a los cuerpos como máquinas mudas y explotables; de igual modo ha servido al patriarcado para reprimir y patologizar a las mujeres y las personas trans.
Se podrían encontrar problemas parecidos con todas las profesiones, desde las fábricas a los institutos. No pretendo echar culpa, sino decir lo evidente: vivimos en condiciones indignas que nunca hemos elegido. Ahora, ya que nos estamos conociendo en las calles y creando una fuerza colectiva, es el momento para soñar y para ir más lejos. La gente de la sanitad son los que nos curan. Pero en una sociedad solidaria en vez de capitalista, “curar” tiene un nuevo sentido.
La lucha en los hospitales sólo puede conseguir más fuerzas a través de la solidaridad. Pero la solidaridad tiene que ser mutua, también ha de cambiar el que la pide. Con el espíritu de solidaridad, queremos criticar la función de la medicina profesional en el sistema occidental, sabiendo que la sanidad va a cambiar para siempre. O se la va a privatizar o se tendrá que cambiar por completo, ligándose no al Estado, que no tiene más interés en subvencionarla como servicio público, sino ligándose a las luchas de una sociedad que está intentando emergir del coma de la alienación burguesa a la cuál sela ha sometido.
Vemos la posibilidad de hospitales colectivizados, no sólo entre las trabajadoras sino también entre las pacientes, conectándose con redes de mecánicos y profesores y otras personas autoorganizadas. Pero primero hay que elegir: ¿estamos del lado de los ricos, de su policía, de su democracia, de sus instituciones, de su Estado? ¿O estamos del lado de la gente humilde y rebelde, de las personas que creemos en la solidaridad y en el apoyo mutuo?
Por el triunfo de todas las luchas sociales, contra la codícia, el poder, el cinismo, las mentiras y todo obstáculo a la libertad.
¿Sanidad Pública,
Sanidad Privada
o Sanidad Colectiva?