Marcha por Ezkerraldea…
Este sábado se ha desarrollado la vigésimo séptima “Marcha por Ezkerraldea”. Mediante la cual se
ha exigido medidas urgentes, inmediatas y concretas que den respuesta a
las elevadas tasas de paro, precariedad y pobreza que padece la
comarca, en el actual contexto de la pandemia del Covid-19.
•Hay que tener en cuenta que en la Margen Izquierda 20.626 personas están desempleadas y 7.874 afectadas por un ERTE.
•Además, esta movilización tiene como objetivo denunciar el derroche de recursos económicos públicos que supone financiar las guerras, el gasto militar o la compra de armamento.
No es covid-19, es capitalismo
Lo repetiremos una y otra vez, no es covid-19, es capitalismo. Es un capitalismo que antepone sus intereses económicos a nuestras vidas. Un capitalismo que no asume riesgos amparado en las leyes que le permiten realizar ERTEs con mucha facilidad. Un capitalismo que vive en crisis constante, que pone en riesgo la sostenibilidad de la vida.
Estamos escuchando en los medios de comunicación una y otra vez que la economía va a entrar en crisis, como si la economía tuviera vida propia. Mientras la patronal y el Gobierno vasco emiten en la misma frecuencia, utilizando ambos conceptos como “coma económico”. Confebask está hablando de que viene una “crisis dura”, y le pide al Gobierno Vasco medidas para una salida rápida de la misma. Conocemos las medidas: austeridad y como consecuencia precarización de las vidas de la clase trabajadora.
Están preparando, como ya lo han hecho otras veces, una nueva ofensiva neoliberal para precarizar aún más nuestras vidas. El capital no está dispuesto a asumir ningún tipo de pérdida y pretende aumentar sus beneficios aprovechando la coyuntura. A la terciarización que se impuso en la margen izquierda le sigue la actual uberización y precarización del mercado laboral. Precarización en la que intentarán profundizar con la excusa de la supuesta crisis generada por la covid-19.
Ahora es el momento de tomar un camino u otro: profundizar en la precarización de nuestras vidas o comenzar a poner las vidas en el centro llevando a cabo políticas públicas que lo permitan. No pedimos imposibles, sabemos que recursos existen. El gasto militar este año será 31.000 millones de euros, en 2019 se repartieron en dividendos 21.492 millones de euros en el estado español o la ya incalculable millonada que se está gastando en infraestucturas faraónicas como el TAV o la Variante Sur Ferroviaria son ejemplo de ello.
En este contexto tenemos claro que el camino es la lucha y la movilización de los y las oprimidas de la margen izquierda. Los derechos no se toman, no se piden. Se arrancan. Cada colectivo y cada sector aportando desde su realidad con el objetivo común de acabar con el sistema capitalista heteropatriarcal que nos ahoga, que antepone el capital a la vida y con el objetivo de dar pasos hacia un cambio social.
Exigimos el desarrollo de los servicios públicos, medidas en defensa los derechos sociales de los colectivos más precarizados, el reconocimiento y garantía de las labores de cuidados, un empleo de calidad, la derogación de la reforma laboral, el derecho a una vivienda digna. Exigimos dar pasos hacia la construcción de un sistema que nos permita construir vidas dignas de vivir.
No estamos dispuestas a asumir la nueva oleada de recortes y de precarización que nos quieren imponer. Por todo ello, este 20 de junio dejaremos de mirar la realidad desde nuestras ventanas para volver a tomar las calles.
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