[Hoja encontrada en la factoría de Valladolid esta mañana]
LOS
BENEFICIOS DE RENAULT…
Hoy
en día es imposible hacer el cálculo del beneficio que Renault nos
saca a los trabajadores, porque los vehículos se van ensamblando
parte por parte; pero es evidente que nos sacan a cada unx de
nosotrxs un beneficio inmenso, comparado con la miseria que nos
pagan. Este beneficio ha ido incrementándose en los últimos años
mediante el aumento de los ritmos de trabajo y la bajada generalizada
del salario (directamente o mediante su estancamiento a niveles de
2008). Si comparamos los ritmos de producción actuales con los de
hace 20 años, el beneficio de Renault se ha disparado. La empresa y
sus secuaces nos dicen que hay que “ser competitivos” en el
mercado global; así que estamos compitiendo al ritmo y el salario de
países como China, Brasil, etc. La amenaza de las deslocalizaciones
ha servido para atarnos a una cadena cada vez más estrecha, y a una
explotación cada vez mayor.
El
mercado laboral de Castilla y León es limitado. Quien más, quien
menos, todo el mundo ha pasado por distintos contratos (eventuales,
relevos…) así que la empresa, bien subvencionada por los gobiernos
autonómicos, está contratando a gente de algunas de las zonas con
índices de paro más elevados. Con esto consiguen romper cualquier
atisbo de lucha, y obtener carne fresca constante para su matadero.
Un
obrero de Renault cobra unos 1300 euros al 100% (un año el 72%, 2 el
75%, 3 el 80%, 4 el 85% y 5 el 90%). Con este mecanismo de contratos
(relevo, de seis meses o un año, etc.), un/a obrero/a tiene que
estar al menos 6 años para cobrar el 100% del salario. De estas
maneras diversas han conseguido que los salarios bajen o sigan
estancados y que los ritmos sean más rápidos. El beneficio es
redondo, para Renault.
EL
FUTURO DE LA MECANIZACIÓN Y LA ROBÓTICA:
LOS
“NUEVOS COMPAÑEROS”.
Los
ritmos de trabajo se han acelerado en todas las líneas: en los
puestos de máquinas, las mismas máquinas marcan el ritmo, mientras
en la cadena cada vez hay menos personal con más carga de trabajo y
más presión. Lo mismo pasa en mantenimiento, donde menos personas
tienen que cubrir más operaciones y se pasan todo el día liados de
aquí para allá.
En
la cadena están reduciendo personal, han rejuvenecido la edad de la
plantilla, los conductores de línea y los JU (jefes de unidad,
directores, etc.) no hacen más que empujar los motores e intentar
acelerar aún más los tiempos de producción. Mientras en las
máquinas, en los mecanizados, los robots se han ido incorporando
(eliminando, al menos, la mitad de los puestos de trabajo directos).
El/la trabajador/a debe seguir el ritmo que le marcan fresas, brocas,
transfer… aumentar ciclo/tiempo cada vez. Todo va “just
in time”
(justo a tiempo): los asientos salen de la empresa proveedora al
ritmo que marca Renault. Los ritmos de producción en Renault son
imparables: Los hombres y mujeres que trabajan en sus factorías son
exprimidos al máximo. Y al mismo tiempo, todos y todas los que
trabajan en las subcontratas y auxiliares dependientes de la empresa
del rombo, siguen su dinámica y aceleran los ritmos de trabajo al
ritmo que marca Renault, sea todas las empresas y subcontratas de
carretilleros, limpieza, mantenimiento o pintura (empresas como FCC,
Trigo, Tornillería castellana, CEBA… ) o las empresas auxiliares y
los proveedores del grupo (CAT, Treves, Faurecia, Johnson, Antolín,
Sauto, Reydel, Gestamp).
La
robotización significa, al mismo tiempo que una aceleración
progresiva del ritmo de producción, una reducción de personal
evidente. Pero esto no significa –como vocean algunos- el fin del
mundo del trabajo: habrá menos empleos directos en fábricas de
automóviles, habrá más paro, pero harán fábricas de robots y
habrá engrasadores, limpiadores y vigilantes de los robots. La
precarización, el paro, las crisis, vendrán: pero eso no acabará
con el capitalismo, con el trabajo asalariado y esclavo, con el paro
y la miseria de los/las trabajadores/as… Solo si nosotros/as
mismo/as nos damos cuenta de esta situación y del poder que hay en
nuestra unión y nuestra lucha, podremos acabar con ello.
LOS
CULPABLES DE LA SITUACIÓN:
Esta
situación que hemos descrito no ocurre porque sí. Los responsables
de esta situación son:
- La empresa Renault España y sus mandos: desde la dirección a recursos humanos, desde los directores de sección y departamento a los jefes de taller.
- Las subvenciones obtenidas de los organismos estatales o autonómicos, desde el Gobierno de España hasta la Junta de Castilla y León (así como el resto de gobiernos autonómicos que presumiblemente están subvencionando contratos desde allí para reducir las cifras de paro en Andalucía o en La Mancha).
- Los sindicatos vendidos, cómplices necesarios y responsables de nuestra situación (de la paralización y desmoralización que sufrimos). Con su política de pactos (siempre de la mano y detrás de la empresa), sus liberados parásitos y su política de beneficios y amiguismos, han destruido a práctica de la lucha y la conciencia de los trabajadores.
Y
CÓMO NOS ORGANIZAMOS:
Los
y las trabajadores debemos organizarnos mediante asambleas (fuera de
la fábrica mientras fuera necesario, dentro cuando podamos
imponerlas), independientemente de los organismos colaboradores y
vendidos a la empresa. Debemos unirnos asambleas que, desde abajo y
con seguridad (frente al chivato y el control de la empresa, con sus
cámaras y vigilantes), puedan combatir la situación de precariedad
y explotación. Debemos formar grupos de fábrica, unidos por nuestra
práctica común y nuestra solidaridad.
La
lucha, la unión y las asambleas son nuestras herramientas. Frente a
la competitividad entre nosotrxs, fomentemos el compañerismo, la
solidaridad y la respuesta frente a todas sus agresiones (ritmos,
amenazas…). De una/o en una/o no somos nada, unidos/as
somos fuertes.
LUCHAMOS
ENTRE NOSOTRXS MIENTRAS ELLXS SE RÍEN
UNÁMONOS
CONTRA ELLXS PORQUE SOLO SON MUERTE