El pasado 15 de Junio se declaró el mayor incendio de la historia del estado español que ha arrasado más de 30.000 ha en el entorno natural de la Sierra de la Culebra, en Zamora. Según el personal técnico, el incendio fue causado por los rayos de las tormentas y ha sido uno de los incendios con mayor rapidez de propagación que se recuerda, habiendo intervalos de tiempo en que se han quemado más de 1.200 ha a la hora.
En ese momento el operativo de la Jcyl tan sólo contaba con un 30% del dispositivo de lucha contra incendios forestales, pues el operativo sólo funciona al 100% los meses de julio, agosto y septiembre. Además sólo había dos escuchas activas en toda la provincia (vigilancia contra incendios). La Jcyl considera un despilfarro que se extienda más de dicho periodo pero, ¿no son los veranos cada vez más largos? ¿La sequía no aumenta cada año? Es decir, cada nuevo año empieza a haber altas temperaturas antes (mayo, junio) y termina más tarde (octubre e incluso noviembre), pero es algo que la Jcyl se lo pasa por el arco del triunfo.
La precaria situación de lxs trabajadorxs en el incendio fue evidente durante toda su duración. Hay testimonios sobre las largas jornadas de hasta 18 horas de algunxs compas, al no haber gente suficiente, pues al que está, se le explota hasta la extenuación.
El colectivo lleva años exigiendo mejoras (más personal, más medios y mejores salarios) y denunciando la precariedad laboral existente, pero la temporalidad en los contratos y las represalias hacen que la lucha no sea tan efectiva como se quisiera. Si te quejas mucho e intentas organizarte al año siguiente no te llaman, tal es la cosa que el portavoz de ATBRIF ha salido hablando en un medio informativo tapándose el rostro y con nombre falso por temor a represalias. Esta temporalidad impide (o impedía) la continuidad de muchas personas, así como la propia actividad sindical.
Veremos los efectos de la última reforma laboral, porque extendió la figura fiscal del contrato fijo discontinuo como sustitución al de obra y servicio para trabajos de este tipo (y para cualquier sector, aquellos que se realizan de forma intermitente en el tiempo), y para los indefinidos con periodos de inactividad. Aunque los periodos no se especifican y están sujetos a las directrices de los convenios colectivos (si lo hubiere), en teoría, con este nuevo papel, no te finiquitan cada temporada, pues se le obliga a la empresa a no rescindir el contrato. Tienen una relación laboral indefinida. Por tanto, en los meses que no curras ya no cuentas con la indemnización por extinción de contrato y esos meses se puede cobrar el paro, si lo tienes. La antigüedad parece que conmuta toda la relación laboral que dura el contrato (no sólo los días trabajados) si hay denuncia y la jurisprudencia lo reconoce, pero en la mayoría de los casos no.
La Jcyl y el gobierno central han anunciado ayudas millonarias para reconstruir el entorno quemado, dinero que irá destinado a empresas de reforestación, madereras… a sus colegas vaya, ¿pero ese dinero no puede ser destinado a mantener el operativo todo el año y a hacer tareas de prevención? La respuesta claramente es SI, pero esa no sería la manera de actuar de esta gentuza corrupta, que no conocen otra retórica capitalista que la de enriquecer más al rico y empobrecer más al pobre, si cabe. El problema, como en cualquier servicio estatal (o regional), es el de siempre, no el dinero, sino como se emplea.
No sólo nos estamos jugando mejores condiciones laborales, sino lo que es más importante: nuestras vidas y nuestro entorno. No lo permitamos. Ya basta.
Lxs responsables tienen nombres y apellidos.
JCYL RESPONSABLE, GOBIERNO CÓMPLICE
¡¡POR UNAS CONDICIONES DIGNAS PARA LXS TRABAJADORXS FORESTALES!!