Tres empleados demandan a La Vinatería por nóminas impagadas
El cierre de La Vinatería de María, el local que hasta este verano
regentaba la presidenta de los hosteleros, María José Hernández, ha
dejado un reguero de reclamaciones por impagos.
Por un lado, varios trabajadores exigen el ingreso de nóminas pendientes. Y al menos tres de ellos han llevado su petición a los tribunales, explican varios exempleados del establecimiento.
Una de ellas es Lucía Herrero, que a mediados de junio dejó su puesto de trabajo como ayudante de cocina al no cobrar por su trabajo. «Me daba largas y decidí irme porque no me pagaba», relata. Tras dos actos de conciliación fallidos en los que la parte demandada no se presentó –continúa– su reclamación se dirimirá en el juicio, fijado para el 18 de enero, donde exigirá el ingreso de cerca de 1.100 euros por mes y medio de trabajo pendiente de remunerar.
Similar es el caso de Víctor Aguado, que desde finales de abril hasta mediados de junio trabajó de camarero en el ahora clausurado local de la calle Marina Escobar. En su caso, en el acto de conciliación acordó recibir en junio parte del dinero que le adeudaba la empresa. «Pero pasó el plazo y seguía sin pagarme lo que me debía», sostiene Aguado, que reclama por la vía judicial cerca de 1.400 euros.
No son los únicos que tienen cuentas pendientes con la empresaria, que también dejó facturas pendientes entre los proveedores del negocio. Es el caso de Mariano Gutiérrez, suministrador de salsas y conservas en el sector hostelero. Según explica, Hernández le debe cerca de 1.200 euros. La alarma saltó cuando un pagaré le fue devuelto. Al principio contactó con la empresaria para reclamarle el dinero. Cuando dejó de cogerle el teléfono recurrió a una empresa de cobros.
Antiguos empleados y proveedores con deudas pendientes han creado un grupo en Facebook llamado ‘Afectados por La Vinatería de María’ para unir fuerzas y ejercer presión sobre la empresaria con el objetivo de conseguir el dinero que ésta les adeuda.
Por un lado, varios trabajadores exigen el ingreso de nóminas pendientes. Y al menos tres de ellos han llevado su petición a los tribunales, explican varios exempleados del establecimiento.
Una de ellas es Lucía Herrero, que a mediados de junio dejó su puesto de trabajo como ayudante de cocina al no cobrar por su trabajo. «Me daba largas y decidí irme porque no me pagaba», relata. Tras dos actos de conciliación fallidos en los que la parte demandada no se presentó –continúa– su reclamación se dirimirá en el juicio, fijado para el 18 de enero, donde exigirá el ingreso de cerca de 1.100 euros por mes y medio de trabajo pendiente de remunerar.
Similar es el caso de Víctor Aguado, que desde finales de abril hasta mediados de junio trabajó de camarero en el ahora clausurado local de la calle Marina Escobar. En su caso, en el acto de conciliación acordó recibir en junio parte del dinero que le adeudaba la empresa. «Pero pasó el plazo y seguía sin pagarme lo que me debía», sostiene Aguado, que reclama por la vía judicial cerca de 1.400 euros.
No son los únicos que tienen cuentas pendientes con la empresaria, que también dejó facturas pendientes entre los proveedores del negocio. Es el caso de Mariano Gutiérrez, suministrador de salsas y conservas en el sector hostelero. Según explica, Hernández le debe cerca de 1.200 euros. La alarma saltó cuando un pagaré le fue devuelto. Al principio contactó con la empresaria para reclamarle el dinero. Cuando dejó de cogerle el teléfono recurrió a una empresa de cobros.
Antiguos empleados y proveedores con deudas pendientes han creado un grupo en Facebook llamado ‘Afectados por La Vinatería de María’ para unir fuerzas y ejercer presión sobre la empresaria con el objetivo de conseguir el dinero que ésta les adeuda.