LA PRECARIEDAD MATA.
Nos enteramos en días pasados de los despidos ocurridos en la factoría de Philips en Valladolid. Entre el 13 de enero y el 3 de febrero la multinacional ha mandado a la calle a un centenar largo de trabajadores (80 y 60 aproximada y respectivamente). Estos nuevos despidos se presentan como no despidos (nadie habla de ellos), porque nos encontramos ante "finalizaciones de contratos" temporales o por obra y servicio, etc. En todos los casos son temporales contratados a través de las ETTs que surten de mano de obra barata a esta y otras de las multinacionales asentadas en Valladolid.
Tras los despidos disciplinarios ocurridos en la factoría el 19 de septiembre (v infos anteriores: aquí, aquí y aquí) la empresa contrató a decenas de trabajadores nuevos temporales a través de las ETTs, rebajando así sus costes salariales. Por un lado "disciplinaba" a los trabajadores fijos (mediante los ocho despidos de los que todavía se están realizando los juicios) y por otro metía la competividad y el miedo en la empresa mediante la contratación de temporales sin experiencia.
La política de Philips es una política constante en muchas de las multinacionales e industrias vallisoletanas: Renault es el ejemplo y el modelo de todos ellos. Mediante la contratación temporal y las subcontratas han generado la división total entre los trabajadores consiguiendo así progresivamente (y unida a la represión de la protesta) una mayor docilidad en sus empleados. Pero las cosas pueden cambiar...
LA FINALIZACIÓN DEL CONTRATO ES UN DESPIDO
La prensa burguesa y el control de los medios de comunicación, unida a la legislación en materia laboral aprobada por los sucesivos gobiernos de PP y PSOE, hacen el resto: lxs trabajadores y trabajadoras se enfrentan hoy en día a un panorama de confusión y falta de conciencia brutal: nos han vendido que los empresarios tienen "derecho a despedir" al trabajador y hemos olvidado la realidad:
SIEMPRE QUE UN EMPRESARIO PRESCINDE DE UN TRABAJADOR, sea procedente o improcedente, tenga causa o no, ESTAMOS ANTE UN DESPIDO. Y como tal debe ser enfrentado por la clase trabajadora mediante LA LUCHA Y LA SOLIDARIDAD DE CLASE.
La conciencia de clase no está perdida: se olvida porque se deja de luchar, cuando no hay lucha.
Es con la lucha con lo que se adquiere la conciencia y al luchar y adquirir esa conciencia de clase se avanza cada vez más en una lucha organizada, en la verdadera resistencia ante los ataques de la patronal.
La lucha contra los despidos disciplinarios de septiembre de 2018, aunque pequeña, ha tenido el sentido de unir a lxs trabajadores por sus intereses: la huelga llevada a cabo, las concentraciones, la propaganda... todo esto ha servido: la readmisión no se consiguió pero lxs compañerxs están luchando por sus indemnizaciones justas y no cobrando las migajas que les ofrecían. La lucha sirve, lo que no sirve es irse para casa y lamentarse unx solx de la mala suerte
Los despidos no son "despidos particulares" SON ATENTADOS CONTRA LA CLASE.
NO A LOS DESPIDOS EN PHILIPS.