El pasado miércoles 15 de noviembre, las trabajadoras de las escuelas infantiles privadas y de gestión indirecta celebraron una nueva jornada de huelga. Y ya van cuatro.
Tras dos años de bloqueo de la renovación del convenio colectivo del sector, las educadoras de 0 a 3 llevan desde octubre protestando contra las malas condiciones laborales y el "recorte de derechos".
Las docentes de Infantil salen a las calles, según sus propias palabras, porque: “Quieren mercadear con la educación”. Se movilizan para presionar a la patronal y crear conciencia de su pelea por mejores condiciones laborales: “Educo a 13 niños y por la tarde tengo otro trabajo porque si no, no llego a fin de mes”
“Vengo de hacer servicios mínimos y he estado yo sola con 20 niños, pero esto es necesario” señala Ana, pancarta en mano, en la Puerta del Sol de Madrid. Como ella, docentes de Educación Infantil de toda España continúan secundando las jornadas de huelga convocadas para exigir, tras “más de dos años de reuniones sin avances”, el desbloqueo de la negociación colectiva.
Según el sindicato CCOO, el convenio actual por el que se rigen sus condiciones laborales y salariales “perpetúa su situación de precariedad”, especialmente tras la reunión con la Mesa Negociadora del pasado 2 de noviembre que describen como un encuentro “decepcionante”.
Tras los paros de los días 19 y 25 del pasado octubre, seguidos por un 80% de las trabajadoras en comunidades como Galicia y Madrid, del 60% en Catalunya y de un 50% de apoyo en el resto del territorio nacional según los sindicatos, las educadoras y maestras de las escuelas privadas y públicas de gestión privada no se rinden. Ni se callan, y siguen denunciando unos servicios mínimos que tildan de “abusivos”. Por ejemplo, en el primer día de huelga muchas comunidades autónomas (Madrid, Catalunya, Galicia en las públicas) los fijaron el 95% de las plantillas.
A las puertas del parlamento regional, cientos de trabajadoras convocadas por Plataforma Personal Laboral de Escuelas Infantiles (PLEI) hacían ruido con tambores y silbatos: “Educadores y educadoras, lo vamos a conseguir”, han coreado al unísono. Mencionaban a ellos y ellas, pero la realidad es que el 95% de las plantillas de Educación Infantil son mujeres y el 90% de estas trabajadoras pueden ser consideradas pobres, según la Carta Social Europea.
El objetivo de salir a la calle, explican, es crear conciencia de que están en una situación de “emergencia” porque la “calidad vergonzosa del convenio” por el que se tienen que regir las empresas que gestionan sus contratos les está llevando a una “precariedad eterna”. Sus condiciones laborales y salariales llevan congeladas más de una década debido al bloqueo del convenio colectivo. Tras varios intentos de negociación, la situación no ha cambiado nada, y así se lo han gritado a quien tiene que trabajar para la conseguir una dignificación de la profesión. Primero a los políticos, después a la patronal.
A las 12:00 las educadoras cortaron durante varios minutos la calle Ferraz a las puertas de ACADE, la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada. Según Cristina Badorrey, representante sindical y portavoz de la escuela infantil Soto del Parral, que la patronal las escuche “es esencial, porque es la asociación que aúna al mayor número de empresarios que se dedican a la gestión de escuelas infantiles, y es importante que sepan que no estamos de acuerdo con lo que ellos están planteando en las mesas negociadoras”.
“Nos obligan a hacer formaciones fuera de nuestro horario laboral, no tenemos días de asuntos propios, si quiero pedir un día tiene que ser sin empleo y sueldo y si quiero ir al banco tengo que pedir horas a la empresa, y todo ello por 1.042 euros al mes. No hacemos más huelgas porque ya no llego a fin de mes, como para perder más aún. No es lógico que con 30 años tenga que estar pidiéndole ayuda económica a mis familiares”, explica Andrea con pocas esperanzas de que su situación cambie pronto.
Consigo llevaban grandes pancartas en las que se podía leer “0-3 no llega a fin de mes” o “Mi vocación no paga mis facturas”. “La profe luchando, también está enseñando”, gritaban a las puertas del edificio de la Presidencia de la Comunidad de Madrid.
En la concentración de Sol también está Inma Espinal, educadora infantil en una escuela pública de gestión privada desde hace 12 años. Cobra 1.134 euros brutos por lo que, después de sus 7 horas en clase con 13 niños de 1 a 2 años –uno de ellos con Trastorno del Espectro Autista– tiene que hacer más horas en otro trabajo por las tardes. “No llego a entender la actitud de la patronal, no me entra en la cabeza”, lamenta. “Nuestro trabajo es esencial para la formación emocional o motriz (entre otras) en esta etapa primaria. Son bebés que podrían ser sus hijos, y parecen seres totalmente inhumanos ya que, sabiendo que nuestro trabajo conlleva muchísima responsabilidad y que se trata de niños, quieren mercadear con su educación”, se queja Inma.
Unai Sordo, secretario general de CCOO, ha asegurado en la concentración que seguirán llamando a próximas huelgas si la posición de la patronal no cambia. A él se ha unido UGT, que ha hecho un llamamiento a la movilización de las trabajadoras “tras constatar la insuficiente propuesta patronal para las tablas salariales de las trabajadoras”. El sindicato ve estas jornadas de huelga como “un golpe en la mesa” y un “camino a seguir" para presionar a las patronales.
Los profesionales del sector demandan el reconocimiento de unas condiciones de trabajo que incluyan salarios dignos incrementado anualmente según el IPC, jornadas laborales reducidas y una reducción de las ratios, según CCOO.
Además, han señalado que los trabajadores del sector trabajan "38 horas semanales de atención directa, sin tiempo para programar las actividades", por lo que para organizarlas emplean "su propio tiempo personal".
MOVILIZACIÓN EN VALLADOLID
Cerca de 150 personas -medio millar según los convocantes- han recorrido el pasado jueves el centro de Valladolid para apoyar a los trabajadores de las escuelas infantiles de Castilla y León debido a la "precarización" laboral del sector y pedir que se mejoren sus condiciones laborales.
Convocada por la Federación de Enseñanza de CCOO Castilla y León bajo el lema 'Stop a la precariedad laboral en la educación infantil', la manifestación ha puesto de manifiesto el "hartazgo de estas personas trabajadoras", al tiempo que ha criticado que su salario, que actualmente es de unos 1.000 euros brutos, no alcanza el Salario Mínimo Profesional (SMI) para la mayoría.
Los manifestantes se han dado cita sobre las 19.00 horas en la Plaza de España de la capital vallisoletana, en la que se han congregado cerca de 150 personas al grito de 'Ea ea ea, infantil se cabrea', 'Somos madres, enfermeras y educadoras y todo por 1.000 euros' y 'Patronal, escucha, infantil está de lucha'.
Tras poner de manifiesto su malestar, los manifestantes han comenzado el recorrido de la manifestación, que ha transcurrido por la calle Teresa Gil hasta llegar a la Plaza de la Fuente Dorada, para después bajar por la calle Ferrari y desembocar en la céntrica Plaza Mayor de la capital del Pisuerga.
Del mismo modo, el sindicato ha señalado que esta jornada ha sido secundada por más del 75 por ciento de los trabajadores de las escuelas de gestión indirecta (escuelas municipales gestionadas por una empresa privada) de Castilla y León, aumentando en diez puntos porcentuales la participación de las tres jornadas anteriores.
El responsable del área de la Enseñanza Privada en CCOO Castilla y León, Manuel Estacio, ha explicado que si las esperanzas de alcanzar un acuerdo "razonable" para resolver esta situación "vuelven a frustrarse" en la reunión del próximo 24 de noviembre, volverán a convocar nuevas jornadas de huelga en diciembre.
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