La CNT de Gijón es acusada de organización criminal y extorsión tras un conflicto sindical
“la coacción, la extorsión y lo criminal son términos que se amoldan más a la práctica empresarial”
Desde hace un año, la CNT gijonesa
mantiene una conflicto sindical contra la pastelería La Suiza por los
abusos sufridos por una afiliada de este sindicato. Nos cuentan la lucha
llevada contra este establecimiento y cómo la empresa, de la mano de la
Policía, ha hecho todo lo posible por reprimir al sindicato y a las
personas que han mostrado su solidaridad con la trabajadora.
¿Por qué se inicia el conflicto sindical con la pastelería La Suiza?
Todo comienza cuando la compañera que trabajaba en la pastelería acude
al sindicato ante la indefensión en la que se encuentra: de baja por
maternidad y en unas condiciones psicológicas extremas debido a lo que
soportó durante el tiempo que trabajó en ese obrador y agravadas ante la
perspectiva de una próxima reincorporación para volver a sufrir los
abusos laborales, vejaciones y humillaciones a los que era sometida por
parte del ilustre pastelero y su mediático vástago, un niño de papá bien
situado en Nuevas Generaciones y en el PP, que saltó a la “fama” gracias a “El intermedio”.
Tras seguir el protocolo que se suele utilizar ante cualquier caso que
llega al sindicato,el conflicto se inicia el 25 de abril de 2017 debido a
la actitud hostil de la empresa – se negó a responder a nuestros
burofax, se comportó de manera prepotente contra dos comisiones –.
Realizamos un piquete ante el negocio el 1 de mayo y logramos forzar una
reunión con el empresario para el 5 de mayo que no consiguió avance
alguno en nuestras reclamaciones (reunión en la que el hijo del
empresario, siguiendo la lógica de su partido, enervado ante nuestra
actitud poco demócrata nos dijo literalmente: “sois ETA”) por lo que el día 8 volvimos a las movilizaciones.
Aquel día, la empresa había interpuesto una denuncia contra las
representantes del sindicato por obstrucción a la justicia y durante el
piquete, se gestaron las detenciones del día siguiente. El día 9 de mayo
de 2017, 2 compañeras de este sindicato eran detenidas acusadas de
obstrucción a la justicia. Esta situación provocó una escalada en las
movilizaciones ya que se convocaron concentraciones en comisaría y
piquetes de más de 100 personas delante del establecimiento durante
varios días.
Desde que se inician las movilizaciones, ¿qué acciones se han llevado a cabo?
Aparte de la visibilización del conflicto mediante carteles, redes
sociales,etc…a partir de la detención ilegal de nuestras compañeras,
gestada por la brigada de información y de la que ni siquiera hay
constancia legal, aumentó la presencia de gente en los piquetes y dio
una dimensión mediática al conflicto que ayudó a socializarlo. También
se llevaron a cabo pasacalles por el barrio, repartos de propaganda… Por
otra parte, en el plano judicial se interpusieron las pertinentes
denuncias por lo estrictamente laboral y otra más por acoso sexual.
¿Cómo han respondido los/as clientes/as y vecinos/as? ¿Habéis recibido solidaridad de otros sindicatos y movimientos sociales?
Desde el primer momento se unieron a los piquetes vecina/os del barrio,
compañera/os de CSI, CGT, Bloque Críticu Estudiantil, diversos grupos
feministas y de prácticamente todo el espectro político “alternativo”
asturiano, cosa que fue in crescendo hasta que el ilustre pastelero tuvo
que cerrar el negocio, ya que el vecindario del barrio de El Llano dejó
de consumir en ese establecimiento. Una de las consignas que más se
coreó en los piquetes fue la de “Xixón obreru: boicot al pasteleru”; se podría decir que el Xixón obreru respondió como debía al llamamiento.
¿Qué medidas de denuncia policial/judicial llevó a cabo el propietario del negocio?
Aparte de las que van saliendo nuevas y del acoso policial al que nos
somete la brigada de información a los militantes del sindicato y
simpatizantes, las denuncias por parte del propietario y su estado
actual son:
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Denuncia por obstrucción a la justicia contra compañeras del sindicato que ha sido sobreseída.
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Denuncia por injurias y calumnias (por acusar al dueño de esclavista y acosador sexual): en fase de instrucción, 26 imputaciones más el sindicato.
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5 denuncias por amenazas y coacciones: absolución en 4 de ellas. Una quinta denuncia condena a un compañero a 180€ por llamarlo “pincelín”.
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Supuestas denuncias (todavía no tenemos conocimiento oficial de las mismas pero viendo la situación, seguramente estén interpuestas): denuncia falsa por el tema del acoso sexual y querella o querellas varias contra miembros del sindicato por manifestar su disconformidad con el archivo de la denuncia por acoso.
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Se os llegó incluso a prohibir manifestar que “la pastelería La Suiza explota” y a cerrar una web en la que informábais del caso.
Hasta que se dilucide la querella por injurias, el juzgado ha puesto una medida cautelar por la que tenemos prohibido utilizar los términos “acoso sexual”, “explotación laboral” y “esclavismo
laboral”, por lo que se nos obligó a retirar propaganda en redes
sociales e internet y son términos que no podemos utilizar en las
movilizaciones, aunque no hay medidas cautelares que oculten algo que ya
es de conocimiento general en toda la ciudad, y mucho menos que tapen
lo que día a día vivimos la clase trabajadora en nuestros puestos de
trabajo, cuando los tenemos…
La última noticia que hemos leído es que el dueño de la pastelería, junto a otros empresarios, ha denunciado al sindicato por coacciones y por organización criminal. ¿Qué os parece? ¿Quiénes son los denunciantes?
En el sindicato estamos orgullosos de nuestra práctica y de que lo peor
de la ya de por sí nefasta clase empresarial gijonesa nos considere un
grupo criminal de extorsionadores, eso significa que algo estamos
haciendo bien y que son conscientes de que se les acabó el usar y tirar a
sus empleada/os, someterlos a jornadas interminables y perpetrar toda
clase de abusos por el bien de su economía. Tienen miedo de tener
enfrente a trabajadores organizada/os entre ella/os misma/os y
dispuesta/os a defenderse y no dejarse pisar más. Aparte del afamado
pastelero y de su hijo tirando de contactos en comisaría, están detrás
apoyando cinco empresarios con los que tuvimos conflictos, de mayor o
menor intensidad en la calle, por sus prácticas con sus trabajadores y
su actitud ante el sindicato. Alguno de ellos, como el de la cafetería
La Santina, que llegó a adeudar hasta 8.000 euros a dos repartidores o
el café Lautrec, están regentados por caciques que no dudaron el emplear
la violencia física (a través de matones de poca monta) en los
piquetes, llegando incluso a clavar un destornillador en un brazo a un
compañero entre otros episodios gloriosos.
Desde luego todos los denunciantes llevan a cabo unas prácticas por las
que se les debería caer la cara de vergüenza (aunque en el mundo de la
rentabilidad los sentimientos, ya sea la vergüenza o cualquier otro, no
existen) y esas prácticas están admitidas por ellos mismos en actos de
conciliación, acuerdos extrajudiciales con abogados, etc.
Aunque lo que tenemos claro desde hace mucho tiempo es que quien
coordina todo esto es la brigada de información de la Policía Nacional,
que quiere a toda costa quitarnos de en medio. La coacción, la extorsión
y lo criminal son términos que se amoldan más a la práctica
empresarial, aunque si defendernos de los abusos es ser criminales,
criminales somos y orgullosa/os de ello.
La mayoría de los denunciantes pertenecen a la hostelería, un sector que en la actualidad tiene poca afiliación sindical y que la rotación de plantilla es muy fuerte. ¿Qué tipo de luchas se pueden llevar a cabo cuándo la precariedad aprieta tanto?
Desde luego no existe una fórmula infalible para luchar contra la
precariedad, pero como decíamos arriba, estamos orgullosa/os de nuestra
manera de llevar los conflictos laborales, ya que la/os trabajadores
solo contamos con la solidaridad como arma frente a un sistema hecho a
medida del explotador, y desde luego la lucha da sus frutos. Cuando el
empresario hostelero se ve con un piquete delante de su negocio por
primera vez, suele tomárselo con chulería, pero cuando empieza a notarse
en la caja es cuando realmente se dan cuenta de lo que tienen enfrente.
En ciudades como ésta, donde la hostelería cada vez emplea a más gente,
socializar el conflicto es fundamental, ya que cualquier persona
trabajadora ha trabajado o tiene a un hermano, prima, colega…que trabaja
en la hostelería y sabe que lo que las situaciones que se denuncian son
habituales, con lo que siente más de cerca el conflicto y genera una
solidaridad, a distintos niveles,casi automática. Este tipo de prácticas
ante la explotación, además de que normalmente llevan a que se consiga
lo reclamado por el/la trabajador/a, lo que consiguen realmente, de
momento a muy pequeña escala, es que nos demos cuenta de la fuerza que
tenemos como clase y de que juntándonos solidariamente y luchando por
nosotras/os misma/os, sin mediaciones de ningún tipo podemos conseguir
lo que es nuestro.
Nos han tocado vivir una época en la que todo lo que había estructurado
alrededor del movimiento obrero ha desaparecido, y la misión que
tenemos toda/os los que nos calificamos de “revolucionarios”,
“anarquistas”, “anarcosindicalistas” o como queramos llamarnos es la de
construir nuevas estructuras con las que enfrentarnos al Estado, al
Capital y al Patriarcado. Hay que ser conscientes de que estamos
empezando, y se empieza por conseguir cobrar un par de sueldos no
pagados y se acaba creando fuerza para enfrentarnos cara a cara con
quien nos expropia la vida.
La represión al sindicalismo en Gijón no se limita al caso que estamos tratando. En los últimos meses hemos visto la detención de sindicalistas por la huelga feminista del 8-M y nos ha llegado información del conflicto de CSI con Alsa. ¿Nos contáis que conflictos sindicales hay abiertos en vuestra ciudad?
En la huelga del 8m, durante un piquete de compuesto por compañeras de
CNT, Bloque Críticu y otras, al entrar a informar a una tienda Mango,
una integrante del piquete fue agredida por el encargado, por lo que se
formó algo de tumulto que no llegó a nada. Una semana después, una compañera de CNT era detenida en su casa
y dos más llamadas a declarar por Lesiones leves y atentado contra los
derechos de los trabajadores. Están pendientes de declarar en junio.(2)
El tema de CSI de los ALSA es bastante surrealista también. Durante el
conflicto se llevaron a cabo cortes de vías, y en uno de ellos un
conductor estresado intentó atropellar a un sindicalista de CSI. Después
de esto, el conductor denunció al compañero, que fue condenado a pagar
800€.
Este año está siendo más tranquilo comparado con el anterior en cuanto a
conflictos laborales. Los hay pero se están solventando rápidamente,
aunque el ambiente social está tenso y parece que con la primavera llega
el calor y con el llegarán los conflictos. Ahora mismo acaba de
comenzar una lucha de los trabajadores de Burguer King, que hace tres
años llevaron a cabo una huelga con la que consiguieron hacer hincar la
rodilla al empresario, y estos días sabemos que comenzarán nuevas
movilizaciones, organizados en una asamblea propia al igual que en esa
huelga.
Poco a poco, la clase trabajadora asturiana, desorientada por la
reconversión de la industria a la hostelería, con todo lo que conlleva,
va viendo la necesidad de organizarse y las consecuencias que trae
luchar por contra unas condiciones de trabajo humillantes. Esto no ha
hecho más que empezar.
Recientemente, hemos leído sobre las propuestas de derribar la Sindical, y vuestra oposición junto a CGT y CSI a ello. ¿Nos podéis contar qué es este edificio y cuál es su futuro?
Este edificio está construido en el solar y sobre las ruinas de lo que un día fue la Casa del Pueblo que construyeron los/as militantes de diferentes sociedades obreras que en 1915, adquirieron el solar. En 1917 estas sociedades se unieron y formalizaron en la CNT y allí establecieron su sede. En 1937 la Junta de Defensa Nacional incauta la Casa del Pueblo y se lo venden a la Delegación Nacional de Sindicatos. En el año 62 fue derruida y se levanta el edificio actual.
En torno a 1980/1981 la CNT ocupa algunos espacios del edificio
reivindicando el patrimonio sindical acumulado y su patrimonio
histórico, su propietario, el Ministerio de Empleo, reconoce el
patrimonio sindical acumulado por lo que varios sindicatos estamos en el
edificio con una cesión legal, después de indemnizaciones insuficientes
por lo que seguimos reclamando el patrimonio histórico y hay recursos
de por medio.
El futuro del edificio lo desconocemos pero tenemos claro que es
objetivo, por su ubicación , de un intento de pelotazo urbanístico, y
por la actividad que en él se lleva a cabo, de un intento de
desmovilización de la clase obrera que encuentra allí a tres sindicatos
donde organizarse y defenderse, sea lo que sea lo que pretenden, vamos a
defender nuestro espacio, porque estamos de acuerdo en que necesita
mejoras, sobre todo por la situación de abandono en la que el Ministerio
lo tiene, pero somos los sindicatos los que lo mantienen al día y por
eso está muy lejos de ser ese “edificio que se viene abajo” como tratan
de hacer ver.Extraído de: https://www.todoporhacer.org/cnt-gijon-organizacion-criminal/